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domingo, 2 de diciembre de 2018


VOX

Una de las aficiones históricas de los madrileños es poner verde al Alcalde sea este de lo que sea, pero Manuela Carmena es, por unanimidad, la peor que hemos tenido desde que, los que estamos vivos, tenemos memoria. Por eso, es casi una delicia coger un taxi en Madrid. No un Cabify que, como corresponde a un chófer serio, no dice más que: buenos días, si prefiere otra emisora dígamelo y tiene agua por si le apetece. Me confieso usuaria, lo de la botellita de agua me pierde.

Ayer cogí, pillé, tomé un taxi, del que creí que tendría que salir cantando el Cara al Sol y después de 2 Arriba España y 3 Viva Franco. Conseguí salir del cubículo cuando confesé, fuera verdad o no, que iba a votar a Vox. Jolín que desahogao era el taxista.  La cosa empezó por poner verde a Carmena que vine a ser deporte local. Los del Foro sabemos lo que ella y sus secuaces nos están haciendo pasar. No solo por la chorrada del Madrid Central. Sobre todo por la panda de gente que la rodea, algunos muy peligrosos como Sánchez Mato, que  no dice más barbaridades porque no le caben. Este es el que dijo hace un par de semanas: “A ver si planchais el trapo ese” refiriéndose a la bandera. Si hubiera estado cerca le hubiera indicado por donde se puede meter el trapo pa que ya no haya que plancharlo nunca más. Total, que hasta ahí, todo dentro de la normalidad.

La cosa se empezó a poner fea cuando nos empezamos a reír de Pedro Sánchez y su obsesión por Franco, de donde nos fuimos al desastre de la corrupción en todos los partidos y sacó la conclusión, cierta a día de hoy, de que todos menos VOX. En ese momento habíamos llegado a mi destino, pero el hombre había cogido el discurso y me tuvo 10 minutos de reloj hasta que pude meter baza y dije: pues yo también voy a votar a VOX!!. En ese momento el hombre me soltó un: “Que tenga buena tarde” y yo acerté a decir, más bien musitar: “Usted también” y salí corriendo.

Haaasta pronto!!!
  

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