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viernes, 11 de diciembre de 2015

Isolux Corsan y su grupo

Frase del día: “Lo único ridículo es el temor a parecerlo”. Henry FauÇonniere (1884-1946). Novelista y pintor francés. La frase no tiene nada que ver con el tema del día, pero me encanta.

Leo en la prensa: “Isolux retrasa pagos por falta de liquidez y hace saltar las alarmas de la banca”. Yo nunca me he creído esa versión de que unas pocas hipotecas basura, lo que, en lenguaje coloquial, viene a ser un poco de mierda envuelta en papel de regalo es lo que ha provocado la crisis mundial que hemos vivido y estamos viviendo. Que quieren que les diga? Que no me creía que los avezados bancarios que se inventaron el interés que sube pero nunca baja, hubieran sido tan poco listos. Leyendo ese titular, empiezo a sospechar que, efectivamente, los bancos son tan tontos como parecieron ser cuando lo de las hipotecas basura.

Tan tontos  que deben ser los únicos que no se han enterado de que Isolux y algunas de sus filiales, como su antigua Corsan Corvian, llevan retrasando pagos desde 2007. Por generosidad torera y sin cobrar a cambio, les voy a contar por que no se han enterado ustedes, y me refiero a los sorprendidos bancos: Isolux obliga a sus proveedores a firmar una clausula de sometimiento a Arbitraje del Colegio de Ingenieros de Madrid. Al contrario que con los Juzgados, las faltas de pago que se llevan mediante Arbitraje no se conocen al público hasta que, una vez incumplido el laudo arbitral, se ejecuta el laudo y es entonces cuando vas al Juzgado de Primera Instancia 101 y este le quita los dineros de la cuenta corriente por la vía del embargo.  El tiempo que transcurre desde que deja de pagar hasta que le embargan es de unos 7 años 7. Las gracias hay que darlas a la rapidez de nuestro sistema judicial.

Con esa técnica y la ayuda de sus abogados que, por retrasar el tema, hasta juran que no saben leer, Isolux Corsan, lleva retrasando sus pagos, al menos, 7 años 7. Y hablo con mucho conocimiento de causa que me brindo a explicar más en detalle a esos bancos a los que, pobrecitos míos, que pena, se les ha saltado la alarma, para que, además, no se les vaya a saltar la lágrima y nunca, nunca, nunca más les engañe nadie, ni tengamos que rescatarles, que los rescates los pagamos nosotros.

Haaasta pronto!! 

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