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domingo, 14 de octubre de 2018



Después de ese amago del besante de convertirse en besado que nos ha alegrado el puente, sólo nos queda, como haría cualquier padre paciente, recordarle a Pdr Sánchez que debería haber estudiao. Me explico: por mucho que afirme la Casa Real que si le dijeron o le dejaron de decir, nadie sobrio y en su sano juicio, que tenga una mínima formación, se iguala ni con el Rey ni con ningún otro anfitrión de cualquier festejo.

Todavía más, cuando el día anterior, el okupa besante había llegado a un acuerdo con el inasistente padre de gemelos, me pierde la retórica, para que desaparezca el delito de “injurias al Rey”. Si, señores, ahora ya podemos llamar al Rey todo lo que se nos pase por la cabeza. No, todo no, no podemos llamarle marica,  mariquita ni maricón porque eso es un delito de odio y está mal visto. Pero sí todo lo demás que se nos ocurra. Viene a ser como cuando prohibieron fumar en locales públicos pero, sin más problema, podías chutarte un poquito de coca que no alcanzara más allá de lo que se consideraba “consumo propio”.

Yo creo que la culpa ha sido de ese alma de okupa que lleva dentro. Les digo: no hay 2 sin 3, queda una. A destacar, lo habrán visto, la sonrisa que Ana Pastor nos dedicó cuando las ovejas volvieron a la fila con cara de madrequecagada. Gracias ovejas por estos impagables momentos que nos estais dando.

Haaasta pronto!!!

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