Al enemigo ni agua
Algunos
llevan al extremo eso de “al enemigo ni agua”. Es lo que a una
le viene a la cabeza cuando se entera de las peticiones que ha hecho la Juez Alaya, ya saben, la que, entre otros sumarios jugosos, lleva el de
los Eres. La pobre mujer, más inocente que un polo de fresa, ha pedido a la Junta de Andalucía, que le envíen dos
armarios y 3 estanterías, porque dice que tiene 40
Tomos de 102, pulcramente colocados
en el suelo y se pueden deteriorar. Ya lleva dos intentos, y hasta ahora,
se han vuelto todos sordos.
Además, ha pedido, otros dos intentos, que se le mejore uno de los dos escáneres con los que cuenta
porque uno de ellos es decentito y le
saca 6.000 copias al día, pero el otro, cuya patente se registró allá por
el Pleistoceno, no llega a 1.000.
La Junta de Andalucía ha debido de colocar la petición
en el mismo cajón de “cuando las ranas
críen pelo”, mutación genética que la ciencia todavía ve lejana y la Junta más todavía. Me apuesto el dedo
de meter en la nariz en los semáforos - que nunca lo he perdido - a que se
jubila y ni ha llegado el chachiescaner ni ha recibido los armarios. Eso si de
repente no se inunda el Juzgado, o
se quema, como el Windsor, que ahora hace diez años.
Pero Sra.
Juez, qué no daría la Junta por que se deteriorasen todos, los 120, de golpe y
sin preaviso!!!
Haaasta
pronto!!
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