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martes, 12 de marzo de 2019


El feminismo de postín

Miren que horas llevo y eso que no soy feminoide, al menos de las que salen, con todo el morro del que son capaces, a manifestarse al ritmo de tambores de dudoso gusto que talmente parecen los de los barcos de esclavos animando al personal a llevar el ritmo adecuado a los intereses del negrero. Son ustedes seguidores de Asterix y Obelix? Ahí está la representación gráfica de esa ancestral costumbre.

Yo creo que me he quedado anticuada o me he hecho vieja, no sé. Con 30 años y les aseguro que supero con creces esa cifra, una servidora ocupaba un puesto dirección en  una multinacional de marcado carácter, digamos, masculino. Nunca tuve que meterme nada en la boca que yo no quisiera meter. Eso sí, trabajé a lo bestia, con sentido común y me las apañé para conciliar mi vida personal con la profesional. Debo confesar que el jefe que me tocó, que tenía hijos grandes y pequeños, procedentes de dos matrimonios y de nacionalidad inglesa, nunca tuvo el más mínimo problema en que yo atendiera a mi hijo, siempre que lo necesité. A cambio, nunca me puse de baja ni por mucho ni por poco tiempo, cosa que ahora, se lo digo totalmente en serio, es tendencia.

Por eso, no entiendo que hace allí, manifestándose, una tal Begoña de Sánchez, señora que dedica su vida a ser florero de su marido, que, por si no se han coscao, es Pedro Sánchez. Señora que recibe un salario del Instituto de Empresa pa hacer algo con Africa, continente que no ha pisado, y, por tanto, en la práctica, se lo pagan por no hacer nada, seguramente con la secreta esperanza de conseguir alguna prebenda ahora o en el futuro.

No entiendo que es la liberación de la mujer. Entiendo lo que es la igualdad de derechos y obligaciones y eso es lo que espero para mis descendientes, chicos y chicas. Además, quiero que el hombre siga existiendo porque los hombres que yo conozco, y conozco muchos, aprendieron desde chiquititos que a la mujer se la respeta siempre y, por último, me gustan, creo que equilibran nuestra forma de ser.

Me da igual que haya sido hace unos días: NO en mi nombre.

Haaasta pronto!!!

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