Baldosa 1 - Servidora 0
El 13 de Junio, muy de mañana, escribía yo
unas reflexiones sobre la incoherencia. Ese mismo día, cuando me dirigía,
pizpireta y monísima, a arreglar unos asuntos por la Calle Costa Rica, de Madrid,
tuve el dudosísimo placer de conocer íntimamente una de las muchas baldosas
que, por obra y gracia de la desidia de Manuela Carmena, están sueltas.
Tropecé, decía, con una de esas baldosas mal mantenidas y la cosa ha terminado
en Baldosa 1- Servidora 0. Les doy detalles.
A día de hoy, que me
he dado un paseo, la baldosa y mi sangre continúan allí. La única perdedora he sido yo. La baldosa ha ganado puesto que continúa
allí, provocando tropiezos a otros viandantes. Yo he sido la gran perdedora, ya que allí se quedó mi hombro,
partido en cuatro trozos, parte de mi ceja y nariz, sin mencionar el moratón
que cubre mi brazo izquierdo y toda la parte delantera de mi cuerpo. Y la otra ganadora ha sido Carmena,
última responsable de este Madrid
abandonado. Que por qué, dicen ustedes?. Porque de haber andado por allí cerca,
habría recibido un curso acelerado de mantenimiento de grandes urbes,
incluyendo una caída como la mía, para que conozca en pellejo propio su falta
de responsabilidad.
La otra parte que
tengo que contarles es el Hospital al que me llevaron. Un ejemplo a publicitar de la excelente calidad de la
sanidad madrileña: Ramón y Cajal.
Haaasta pronto!!!
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