Hospital 1 – Servidora 0 (Parte I)
Siguiendo con
estos dias de perdedora que llevo me gustaría dejar constancia de esa joya de
la Comunidad de Madrid que es la Sanidad, en manos del PP desde que me funciona la memoria: Hospital Ramón y Cajal:
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La ambulancia, que llevaba un médico dentro empeñado en que mi
brazo estaba dislocado, que solo dejó de hacer el lila, cuando le amenacé con
una querella por retorcerme un hombro roto, o, alternativamente, retorcerle yo los webos en la misma proporción, me dejó, para mi desgracia y la de
mis coaccidentados, en Urgencias del
Hospital Ramón y Cajal. Aparte del
lila de la ambulancia, el personal de
Urgencias, una maravilla. Todos actuaron de forma profesional y cariñosa
para con los que estábamos allí.
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Allí pasé un día de pruebas tras el cual, me dieron a elegir entre
irme pa casa o esperar allí al Lunes siguiente, día de mi operación. Elegí lo
primero.
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Ingresé de nuevo el Domingo.
A salvo que me tuvieron que poner un pijama enano porque no había de mi talla y
no había donde meter mi exuberancia, el aire acondicionado estaba estropeado en las habitaciones, no asi en los pasillos. Mi compañera de cuarto y yo nos llegamos a preguntar si lo de las ventanas antisuicidio no es más bien
ventana antiasesinato. Nosotras no nos íbamos a suicidar pero, si llega a
aparecer por allí el gerente, no se yo …. El aire acondicionado sigue sin funcionar a día de hoy mismo.
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El olor procedente del baño nos tenía mareadas. Tan mareadas que llegamos a pensar que era una estrategia para
no gastar en calmantes. Total, estábamos al borde de perder el conocimiento.
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El Lunes por la mañana
un payaso vestido de verde andaba por allí loando las virtudes de la sanidad
gratuita que tenemos en Madrid y
preguntándose a sí mismo que más podemos pedir. No pude por menos que invitarle
a entrar a nuestra habitación, con meada obligada en ese baño, si tienes webos
te sientas, y preguntarle si es que el no paga impuestos, porque aquí no hay
nada gratis, pedazo imbécil. Excepto los pateros y otros ilegales, aquí todos
hemos pagado, via impuestos, todo lo que nos “dan”.
·
Paso a quirófano, estos sí estaban limpios y casi de lujo. El
personal, como todo el personal de este Hospital, un encanto, todos ellos
profesionales, en todo el sentido de la palabra, con solo 2 excepciones 2, el Gerente que no sabe manejar los recursos como debe, sean pocos o muchos, y la
señora que limpiaba nuestra habitación. Estuvimos conviviendo todo el tiempo con
una miga en el suelo debajo del armario, que casi lloramos al despedirnos de
ella.
Seguiré contando,
pero tendrá que ser otro día porque sigo convaleciente y parece que ahora me ha
entrado sueño. Hay que aprovecharlo.
Haaasta pronto!!!
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