El Atasco de ayer
Las
madrileñas tenemos uno de los suelos mas antipáticos para andar. A eso se unen
las distancias, que, como todo el mundo sabe, son para correr en plan deporte,
pero no para ir paseando de un sitio a otro y “así me muevo”. Bueno, pues quien
sabe por que no hay madrileña que se precie que no vista unos pedazo tacones vertiginosos como si de ello
dependiera nuestra vida. Hoy, una
madrileña despistada se ha dejado unos zapatos, en su caja, en una estación de
metro y eso ha originado un lío de no te menees, porque, todo el mundo pensó que aquello era una
bomba. Los atascos han sido de antología después de que cortaran la Castellana, donde, como todo el mundo
sabe, se producen movimientos
migratorios dos veces al día, uno, Castellana
abajo, por la mañana y otro, Castellana
arriba, por la tarde.
Cómo ha
cambiado este mundo desde aquel niño que, celebrándose el Mundial de Fútbol en España, le dio una patada a una bolsa de
plástico con forma redonda y le costó la vida. Se acuerdan? En aquel caso, el
terrorismo, el asesinato, vino de la mano de ETA, nuestra bestia negra.
Ahora el
terrorismo viene de la mano de los yihadistas,
pero no se equivoquen aquellos que dicen que estamos en una guerra. Como en el
caso de ETA, cuando un bando armado
dispara contra otro desarmado, la cosa no se llama guerra, se llama asesino terrorista. Además, soy firme
partidaria del “donde fueres haz lo que
vieres” y no entiendo por que se permite a musulmanes y musulmanas vivir en
nuestro país como si estuvieran en su casa, sin respetar nuestras costumbres.
Es muy fácil, si no te gusta vuelve a tu país, pero no intentes cambiar el mio.
Adivina adivinanza: Que les promete su religión a los
yihadistas para cuando mueran? Pues lo mismo que tenemos nosotros en vida. Ole.
Buenos
días!!
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