Visitantes

jueves, 15 de enero de 2015

Los efectos secundarios del ébola

Esta mañana ha tenido lugar una conciliación en Madrid. Para los que nunca hemos creído a la auxiliar de clínica que se contagió de ébola, ha sido un placer que, tan públicamente como mintió, haya tenido que desmentir. Luego está lo de su marido, que igual debería hacérselo mirar.

Esta mañana Teresa Romero empezó por perder la memoria. Efecto secundario del ébola desconocido hasta hoy: la amnesia. Poco a poco la fue recuperando, para terminar conciliando con la médico de familia a la que no avisó de que había estado en contacto con enfermos de ébola pero de la que dijo que sí, que había avisado. Teresa Romero ha admitido que tampoco le comentó haber tenido fiebre muy alta, pero en su día dijo lo contrario. Teresa Romero disfrutó con su minuto de gloria sin preguntarse si hacía daño personal o profesional a los demás. Teresa Romero se inventó una historia que hoy ha tenido que desmentir. Teresa Romero es un bluff.

Su marido, Javier Limón, pertenece a lo que me gusta denominar “recalcitrante”, en castellano vulgar: pa burro el. Reconocidas las mentiras por Teresa Romero, el susodicho todavía ha chupado un poquito más de cámara para declarar que su mujer “no quiere faltar a la honorabilidad y profesionalidad de su médico de cabecera de toda la vida ni crearle un perjuicio profesional”. Ya llega, ya llega!!! La perplejidad!!! Para no querer faltar a nadie, solo le ha faltado meterle un dedo en el ojo, como hizo Mouriño con el del Barcelona, se acuerdan?? Y vete tu a saber donde habría estado el dedo antes!!

Donde está Su Señoría ejemplarizante ahora???

Buenos días!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario