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jueves, 29 de enero de 2015

Pujol y los Pujolitos atacan de nuevo

Perdido todo el respeto por esta gentuza que va por la calle con la nariz apuntando al cielo, como si los que vamos pegados al suelo lleváramos un perfume desagradablemente embriagador, les pido que pronuncien su nombre con la misma jota con que lo he escrito y no con la jota catalana contra la que no tengo nada excepto en este caso puntual.

Ayer fue Pujol, su Ferrusola y alguno de sus hijos a declarar al Juzgado que investiga como se hicieron de oro, mientras, con la nariz apuntando al cielo, nos hacían creer que eran Molt Honorables. Ni siquiera ahora bajan la cabeza, los muy pujoleros.

Como era de esperar, y dentro de la falta de información, ji ji, que rodea todo este caso, la culpa se le adjudica al abuelo Pujol, difunto hace mucho, a pesar de que su hermana, que tendria que ser feliz adjudicataria de, al menos la legitima de la herencia de su padre, dice no haberse coscao de absolutamente nada. Debieron ser los consejos que Rappel dio a su padre, por cierto, implicado en lo de Banca Catalana, los que animaron al repetido padre a depositar, para los Pujoles que se dedicaran a la política en el futuro, y, por si les hacía falta, 140 millones de pesetillas iniciales que se han convertido en 500. Ole para el que gestionó el dinero, fijate los que pusieron su dinero en Bankia. Se ve que el tipo dijo: aquí no, que me los chorizan. Me los llevo a Andorra y así chorizo yo. Pero Pujol en la mas inocente ignorancia, oigan.  Fue su padre.

Y, como sabe Pujol todo eso, si su padre falleció? Pues porque, como en las mejores novelas negras, dejó una carta. La mala sombra es que está sin firmar, cachisss, que ya le vale al padre, dejar el riñón del hijo y los nietos cubierto y ni una mala firma que le puso a la carta. Tampoco ha visto nadie la carta, tan secreta es que no aparece. Y eso que ha habido tiempo de buscarla, eh? Les recuerdo que los Pujoles habían sido avisados de todo esto con tres meses de antelación. Por si había problemas de agenda mayormente.

Pujol no hizo nada porque “le daba miedo todo lo que tenía que ver con este tema”. Le entiendo, el dinero que se echó en falta en Banca Catalana le da miedo al más croquetudo. Pero parece que a su señor padre no le dio nada, puesto que le dejó la herencia allí sin que nadie sepa de donde viene. 

Fffffffffffffffffff!!!! Aqui huele a muerto…. y yo no he sido!!!

Haaasta pronto!!!

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