Cierto es que hoy no pensaba escribir. Tan cierto como que el dia
ha venido lleno de perplejidades y eso me ha podido. Pontevedra. Una señora madre ha tenido los webos de denunciar al
señor padre de sus hijos porque este ultimo decidió revisar los whatsapp de
toda la prole, siendo una de las hijas, la de 9 años, la que hizo que mamá pensara
que la revisión de móvil era un abuso de tal calibre que había que denunciarlo.
Siendo fiel seguidora de que los padres deben controlar las barbaridades
que, por definición, hacemos todos a esa tierna edad y más ahora, con la cosa
de los pederastas, me extrañaba a mí que una madre denunciara semejante
chorrada. He visto la luz. La
susodicha denunció al padre, del que
estaba divorciada. Es decir, la niña puede escribirse con quien quiera,
mandar fotos raras a cambio de caramelos o poner la oreja para que se la coma
el primer pederasta que ande por la red, pero si su padre decide controlar el
móvil de la niña, por si algo raro está pasando, ya está la primorosa madre
para denunciarle.
El Juez ha sido como
debe de ser y le ha venido a decir a la madre que a cagar a la vía, frase muy
popular en mi tierra, que utilizamos para evitar decir la palabra “gilipollez”. Estoy de acuerdo con usted
Señoría. Apunto a nuestros legisladores que incluyan en el Código Penal el
delito de “uso de hijos contra el padre
cuando este no tiene la mano larga para acusarle de malos tratos”.
Ahora me denunciará alguna asociación de mujeres maltratadas
porque, como saben, los hombres maltratados no existen, así que no me pueden
denunciar.
Haaasta
pronto!!!