Sniff, sniff, bua, bua

Qué emoción, que alegría embargaba ayer a Yolanda Díaz, más conocida como La Yoli, cuando anunció al universo, incluido el metaverso de Tamara, entre esas imperiosas lagrimitas que se abrían paso frente a los micrófonos que tenía delante, que, por fin!! Le han quitado a Franco la Medalla al Trabajo.  

Hombre!! Ya era hora!! Un tipo que levantó España después de una guerra civil con más de 500.000 muertos, lo hizo, como todos podemos suponer, con una varita mágica de esas que se cotizan entre las hadas del bosque. Y luego va y se muere y nadie, en casi 50 años, se acuerda de quitarle la medalla al trabajo. Por favor, que desidia!!

Yoli: primero, se viene llorada de casa. Segundo, lo tuyo eran lágrimas de cocodrila, que vaya actriz se ha perdido el teatro. Ahora le puedes dar la medalla a un comunista de pro que trabajó  mucho por España y hubiera hecho más de no haber perdido la guerra. Repito: de no haber perdido la guerra. Por ejemplo, a Enrique Lister, que perdió la guerra y se fue a vivir bien del Partido Comunista en Rusia, a costa de los rusos, como tú y tus secuaces os dedicáis ahora a vivir a costa de los españoles. Igualito. A él tampoco se le conoce resultado alguno de su gestión.

Para los que sean nuevos: Ni soy ni he sido franquista, era muy joven cuando se murió y mi percepción propia se debe a historiadores más o menos listos o serios en su investigación. Pero sí tengo opinión de lo que vivo y he vivido y toda esta gentuza es mucho blabla y poco ñacañaca, expresión típica de mi juventud aplicable a casi todas las situaciones de la vida.

Solo un apunte más para decir ayer se inauguraron las urgencias extrahospitalarias en Madrid. De los 234 médicos y enfermeras que debían trabajar en ellas, 94 han tenido los webos de darse de baja laboral. Digo que se dieron, porque no creo en tantas casualidades. Detalle: les pagan, eh?? Les pagamos con nuestros impuestos, a toda la sanidad.  Pues ya sabemos a quienes hemos aplaudido. Bueno, debo reconocer que yo poco, porque enseguida me di cuenta que cuando los demás tenemos un apuro en el trabajo, lo sacamos adelante como mejor podemos y con sonrisas y nadie viene a aplaudirnos. Soy así de bicha.

Haaasta pronto!!