El fichaje

Hoy nos hemos desayunado con la noticia de que Pepe Blanco, otrora personal de Zeta Peta y hoy gurú de los lobbies, ya saben, la forma fina de llamar al tráfico de influencias, había contratado al mejor y más activo ministro (así con minúsculas) de la historia reciente: Alberto Garzón.

Refresquemos memoria que ya tenemos una edad:

1. Garzón es el que se cargó el Partido Comunista Español, después de, redondeando, 100 años de historia en España. Ese mérito se lo reconozco porque que te nombren para reflotar al PCE y se lo regales a Podemos…  tiene bemoles.
2. Garzón es el que nos regañó porque nos gusta la carne, la buena, como la que él sirvió en su boda, y las vacas se tiran pedos, por lo que el metano perjudica la atmósfera. No consta si había desayunado uno o dos carajillos, pero yo diría que por ahí iba la cosa.
3. Garzón también es el de la campaña de la “huelga de juguetes” porque no querían ser sexistas. Para que, por webos, los niños jugaran a muñecas y las niñas a algo de chicos. 
4. Garzón es el que prohibió la publicidad de dulces, que son malos, malos, malos, para los niños y mayores. 
5. Garzón es el que tiene un hermano igual de listo que él que piensa, y lo cuenta, que los problemas económicos se acabarían imprimiendo moneda. En España? No, en el mundo entero. Cuando escribo estas cosas me acuerdo mucho de su padre, pobre hombre, seguro que, como el de Zeta Peta, no quiere hablar de sus hijos y vota PP.

Lo mejor de todo: ha decidido no aceptar el puesto por “el revuelo y la incomprensión generada en el ecosistema de izquierdas”. Mi cara de vaca viendo pasar el tren no puede con más perplejidad. Garzón, técnicamente hablando, eres un zurullo, un mojón.

Haaasta pronto!!!