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martes, 21 de febrero de 2017

El mal perder

Juez Castro. Diez minutos despues de salir la sentencia, me temo que sin leerla, dado que fue veloz como un rayo, opinó que “no esperaba esta sentencia con tantas absoluciones, entre ellas, la de la Infanta Cristina. Debió, pobre, ser el único. Las penas solicitadas para Urdanga y Cristina eran la comidilla de la Plaza de Castilla. No hubo jurista en este país que encontrara la base para acusar a Cristina, aparte de la consabida, que no tiene nada que ver con la legalidad vigente: Sacar los colores a la Monarquía.

Los desvelos del declarado republicano Juez Castro y los de la Letrada Naranja, con la que tomaba café o lo que fuera que tomara, por las terrazas de Palma, han acabado en lo que todos nos temíamos: Nada, cero, agua.

No te jubilas??

Haaasta pronto!!!

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