El Picasso de Jaime Botín
Este
señor sacó de España un cuadro de Picasso, lo que parece que, según la
legislación vigente, no puede hacer salvo que te animes a cometer un delito de
contrabando. Hasta ahí, vale. Es comprensible el criterio. Pero ahora resulta
que, con las prevenciones legales de no contrabandear, tampoco puedes colgar el
cuadro allí donde te salga de las croquetas.
Jaime Botín que, seguro que pensaba como
yo, que si el cuadro es mío, me lo cuelgo de la nariz sin que nadie tenga nada
que decir, ha tenido la ocurrencia de colgarlo en su yate, por cierto, envidia de la verde de todos aquellos que lo más
lejos que han montado es en una barca del Retiro.
Con la ilusión, alguno hasta dice que vió carpas mientras remaba, que ya es ver.
Pues el Ministerio de Cultura, muy
celoso en estos casos, ha avisado de que Emilio
Botín, “se concedió el lujo de colgar
un Picasso en las paredes de su
velero”. Pero como! Siendo el dueño? Esto es pa colgarle
por los pulgares!!! A la hoguera sin más preguntas!!!
Gente
que ni sabe como es el yate ni ha visto nada semejante de cerca, más allá de
los aparcados en Puerto Banús, que
se ven gratis por fuera, pide
explicaciones al dueño de por que colgó SU
cuadro en SU yate. La respuesta es
fácil: “Por que es suyo y lo cuelga
donde le sale de los perendengues. Máxime cuando el yate es el que es”. A
que se entiende a la primera??
Haaasta
pronto!!!
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