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sábado, 19 de octubre de 2013

Las almendras.

Mallorca. Un distribuidor de almendras se levanta y se da cuenta de que durante la noche le han robado 20 sacos, ni mas ni menos: 20 sacos. Eso son muchas almendras! Todavía perplejo deduciendo cómo lo habrían hecho que no se enteró, recibe una llamada de una señorita, en aparente buen estado físico y mental, que dice, literalmente, que tiene muuuchas almendras para venderle. Mosqueo: casualidades que tiene la vida.

La señorita le cita a unos kilómetros de casa y allí va el para encontrarse con que, vista en directo, no aparenta tener tan buen estado físico ni mental como tenía por teléfono. Le ofrece, a buen precio, eso sí,  20 sacos de almendras, que, una vez vistos, los conoce de antiguo, el distribuidor, a la señorita se los habían presentado la noche antes.  

Anda que no habrá distribuidores de almendras para ir a llamar al dueño de las que robaste!! Mala suerte? Para el distribuidor se llama Justicia divina!!

Y les diré que se nota que mejora la economía, porque ya se abren bares de nuevo. Me voy a tomar el aperitivo!!!

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