La bofetada
El día de Navidad, hace ya dos, otra vez una de estas espantapájaros de esa
organización llamada Femen, a la voz
de “Yo soy Dios” entró en una Iglesia
Católica en Colonia, Alemania y se quedó en pelotas. Esa
puesta en escena se debía, según ella, a que “la Iglesia esta en contra de la mujer porque no acepta el aborto”.
Uno de los presentes le dio una bofetada
y le puso los pies en el suelo. Dos,
para mi gusto las bofetadas se dan de dos
en dos, si no, se quedan cojas, las bofetadas. Sugerencia para esta feminista
de pacotilla: entra en una mezquita, pero no aquí, donde te tratarían como a
una pobre loca, allí, allí, en el país de las mezquitas, te desnudas y gritas. Verás
lo que son los derechos de la mujeres cuando las mujeres no pueden defenderlos
con la ley en la mano. Y no me vendas que vuestras chorradas son en defensa de
las mujeres. Ya sabemos defendernos
solitas, no nos hacéis ninguna falta.
Haasta pronto!
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