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jueves, 5 de diciembre de 2013

La condición humana

Dice María Dolores de Cospedal que: “La corrupción en España es parte de la condición humana”. No se si se refiere a nuestros pícaros literarios, pero… lo llevamos en los genes? No hablo de escándalos como el de UGT (un sindicato se queda dinero público) o el de Bárcenas (un tesorero se queda con donaciones de personas privadas), sino de los de la calle.

Hablemos de clichés. Hace muchos años, cuando yo empecé a viajar por esos mundos de Dios, las inglesas -ese tipo de inglesas de antes, ellos las definen dulces, nosotros diríamos cursi, ellos dicen de buenas maneras, nosotros diríamos cursi- pensaban que las españolas, para su gusto un poco gritonas incluso cuando hablamos bajito, llevábamos una navaja en algún sitio del cuerpo para defendernos del personal como corresponde a una mujerona mediterránea, morena y bien plantá. Cliché total. Todos sabemos que, desde que dejamos de usar ligas, las españolas, nos defendemos como podemos, igual que las inglesas cursis. De modo que aquello de la navaja era solamente la consecuencia de un exceso de Opera y de una errónea lectura de alguna novela del Siglo XV. Cuando lo explicabas te miraban con la desconfianza propia de alguien que piensa que un carcajada es una ordinariez. De todo punto inexplicable para nosotros.

Todo ese rollo que les he contado, pretende, me parece que sin conseguirlo, explicar que no, María Dolores, me niego a aceptar un cliché. La corrupción sólo es parte de la condición humana de los corruptos.  

Haaasta pronto!

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