La Italiana besucona o donde las
dan las toman
Hace unos días, una Italiana besucona se manifestaba pacíficamente contra la conexión
de un tren de alta velocidad en el Norte
de Italia. En el ardor del pacifismo
que presidía la manifestación, la Italiana
se viene arriba, se acerca a un antidisturbios de los que pasaban por allí y,
sin pedir permiso ni nada, le atiza un beso
de tornillo. Ya saben ustedes que los antidisturbios en los países
subdesarrollados llevan piedras, pero en los desarrollados llevan casco. Ahí le
dio el beso con lengua: en el casco.
A la policía eso no le ha gustado nada,
así que la han denunciado por violencia
sexual y acoso, acoso sexual, vamos. De violencia y acoso sexual yo creo
que tiene poco, al fin y al cabo, el
policía se dejó, pero los argumentos de la Policía son impecables: “Si
el policía le hubiera besado a ella habría estallado la Tercera Guerra Mundial”
Y a lo mejor la Cuarta: todos los
grupos de feministas que en el mundo han sido, los Ministros de Igualdad, Economía y hasta de Deportes, la opinión pública, la Prensa, todos ellos y los que me dejo arderían y el tema sería trending topic
de mas de una red social. En resumen, las acciones correctivas a tomar con el violador
serían objeto de discusión pública, a saber y como mínimo:
1. El policía debe pedir perdón
2.
El policía debe ser sancionado después de ser sometido
a un expediente contradictorio que
aclare si lo hizo con intención o fue que la emoción del momento pudo mas que el.
3. El Juez responsable del caso, enviaría
a sus compañeros, los del policía a registrar su casa por
si allí pudieran encontrarse documentos
o discos duros que contribuyeran a aclarar la intencionalidad del hecho. Oigan, que lo mismo le dio el beso en negro.
4. Todo el mundo daría su opinión sobre la sanción: debe consistir, como mínimo, en expulsarle
del cuerpo y someterse a un tratamiento
anti violencia sexual contra las mujeres y otros colectivos
sujetos a especial protección.
Y es que la igualdad, para que sea igualdad, tiene que funcionar en ambos
sentidos. Ser pacifista no te da derecho a ir por ahí besándole el casco a
nadie. Así que, que se fastidie la italiana besucona o comenzamos la Tercera Guerra Mundial.
Buenos días de nuevo!
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