El día contra la violencia de género y los piropos
Hoy era el Día Internacional Contra la Violencia de Género.
Para empezar me molesta que se celebre el día como algo de tio que pega, tia
que aguanta, porque lamentablemente no es solamente así. También hay el caso
contrario, pero ese no viste tanto. Para celebrar el día de hoy, han aparecido
los cadáveres de una madre y su hija asesinados vilmente por un ASESINO que no un maltratador. Seis
meses ha tardado la policía en mirar en serio para este caso. Igual sería más
práctico destinar recursos y profesionalidad a este problema y sancionar a los
que no cumplen con su trabajo.
Pero mi
perplejidad de hoy viene dada por las declaraciones de Angeles Carmona, Jefa del Observatorio contra la Violencia de Género,
que, cargada de razón ha manifestado: “Cuando
nos piropean, nos intimidan”. Pues
no, mire usted, no es así. Como desde mi nacimiento dispongo de todos los atributos necesarios y convenientes para ser declarada mujer, se lo explico:
Muy Sra. Jefa:
1. Usted
pluraliza y pluralizando me incluye. Me molesta porque no comparto esa tontería
que dice usted ni un poco pequeño.
2. Me
encantan los piropos, algunos me han hecho reir mucho por lo bestias y otros
han despertado mi admiración por el piropeante porque han sido auténticas poesías.
3. Un piropo
es una manifestación agradable que nació en la clase culta, con la intención de
participarle admiración a una señora o señorita, en aquellos tiempos en que una
mujer no era colega, compañera, pareja ni nada parecido. Era una mujer. Luego
el piropo fue descendiendo hacia clases sociales menos afortunadas y continuó siendo
agradable, aunque fuera un poquito más
bestia.
4. Como habrá
oído, las mujeres estamos divididas entre las que pasan por una obra y reciben
toda clase de agasajos VERBALES y
las que no, y estas últimas casi siempre se dan la vuelta a ver porque a ellas
no les han dicho nada.
Conclusión: No hay piropo mal dicho, sino mal
interpretado.
Haaasta
pronto!
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