A
título enunciativo que no limitativo
No me
pregunten el por que de ese título. Me gusta y punto que diría algún/a
candidato al Congreso. No me piquen que no quiero dar nombres.
Ha caído en
mis manos el Decálogo de la Propaganda de
Goebbels, nazi reconocido no sólo por los judíos, sobre los once principios de la propaganda,
propaganda de la buena, la que te convence de que las acelgas y el brocoli tienen un sabor inigualable y son manjares poco explorados. Les
pido que los lean y piensen si algún partido político de la actualidad española,
los aplica, los 11, enteritos, según en que ocasión. Me da por pensar, quizá
por el efecto de este café que estoy tomando, que alguno de los votantes faltó
al colegio el día que explicaron lo que eran los nazis, no solo para los
judíos. Y por eso le votan.
Allá van:
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un
único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en
una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma
individualizada.
3.
Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los
propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes
negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota,
por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser
popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va
dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el
esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y
su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
6.
Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño
de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde
diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin
fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira
se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y
argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público
esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de
poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir
de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones
fragmentarias.
9.
Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre
las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el
adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación
afines.
10.
Principio de la transfusión Por regla general, la
propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una
mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata
de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha
gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión
de unanimidad.
Pues si que me he alicatao hasta el techo!
Haaasta pronto!
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