Genético, lo que yo digo
Hace unos días
una niña de Palma había sido
brutalmente agredida en el patio del
colegio por seis chicos mayores ante la pasividad del profesorado que no lo había
impedido. Se lo juro por Snoopy: vi
a la madre llorando a lágrima viva y casi lloro yo también. La cosa era tan repugnante
que, seguramente influida por lecturas poco recomendable sobre
la vida en la Tierra en el año 2.030, me dio por pensar si estaríamos en
una fase de esas de que sobreviva el mas
bestia.
Tras las
protestas de la madre, la perplejidad de los profesores, la de los chicos
mayores que supuestamente la habían atacado y una airada solicitud de cambio de
colegio, lágrimas mediante de madre y hermana, resulta que hoy el Sr. Fiscal de Baleares dice que entre
el parte médico de la niña y lo que cuenta la familia hay un abismo y que de
paliza nada de nada, que la niña se cayó al suelo, no se sabe si porque tropezó
o por un empujón y siguió con las clases.
Entre las
lesiones leves y el desprendimiento de riñón, la fisura de costillas y contusiones
en pie y codo, hay un abismo. Así que igual esta familia es un ejemplo de esa pilleria genética que acompaña a los descendientes del Lazarillo
de Tormes.
Haaasta
pronto!!
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