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martes, 1 de julio de 2014

Diego Torres. Hacía mucho

Cuando voy leyendo las cosas de este hombre, ex socio del Urdanga, me viene a la cabeza esa imagen de un pececillo sacando la boca de la pecera para coger un poquito de oxígeno. Después de 3 años 3, mareando la perdiz para evitar lo inevitable, o sea, que le juzguen, y, cuando ya lo ve acercarse, porque el Juez Castro, por fin, ha cerrado la instrucción del asunto, vuelve a la carga diciendo que “La Casa Real supervisaba todo lo que se hacia en Noox”. Aburre por lo pesado y el espectáculo es patético, pero ... se lo ha permitido un Juez.  Tendrá hijos este hombre? Creerá que les está dando ejemplo de buen hacer?

He recurrido a mi abogado, a quien hacía mucho que no preguntaba las tonterías que me caracterizan, y me ha contado que, el resto de los españoles, tenemos que presentar las pruebas “en el momento procesal oportuno”, salvo que “la documentación en cuestión no fuera conocida por las partes en ese momento”.  Y lo pongo entre comillas porque son sus palabras textuales. Que quiere eso decir? Pues que nadie, excepto, por lo que hemos visto, este Torres, puede estar presentando correos o cualquier otro documento al Juez de a poquitines. Que hubiera ocurrido si lo hacemos usted o yo? Pues que, cortesmente, su Señoría nos habría dicho que verdes las han segao.

Así que, este chico, que tanto ha mareado, acusa a la Casa Real, ni mas ni menos, que de supervisar las actividades que el y su socio perpetraban aprovechando el braguetazo de Urdanga. Siguiendo con esa manía refranera que me ha entrado los últimos días, este debió pensar “quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija” y resulta que, una de dos, o el árbol no era tan bueno, o la suya era "la excepción que confirma la regla".

Me voy a las calles que hoy tengo el día complicado y hace calor! Buenos días!!

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