La vergüenza verde que se comió la vaca
Otro día que
me regaña mi padre por no escribir. Y es que no se decidirme: las balanzas fiscales me tientan mucho,
pero me da vergüenza… es tan fácil
meterse con Arturo I de Cataluña … no solo por la balanza fiscal, que, una
vez conocida, resulta que es justo al revés de lo que decía este rey de
chichinabo, también porque van confesando y ahora sabemos, por boca de Josep María Oller, profesor de la Universitat de Barcelona que no, que en
la famosa cadena humana de los
separatistas, la mitá de la mitá. Digo yo que debieron de hacer una foto de
ocho o diez cogidos de la mano y luego la fueron juntando con el fotochó de
turno y parecían los dos millones que decía Arturo, pero eran ocho mal contados. La vergüenza de Arturo era verde y se la comió una vaca.
También me
tienta –y, a quien no- hablar de la patada en las croquetas que han recibido
algunos marisabidillos/as de la Audiencia
Nacional que, enrabietados por no poder gastar más dinero de los Presupuestos
Generales en lucirse como látigos de la
Justicia Universal, pusieron en la
calle a 50 narcos. Ahora el Tribunal
Supremo les dice que los detengan de nuevo y los juzguen. Ahí van a estar
los narcos, claro. En mi ignorancia de chica de por la calle, me pregunto por que
no meten en la cárcel a estos reyes de la rabieta, si, a los de Audiencia Nacional me refiero. La vergüenza de la Audiencia Nacional
también era verde y se la comió una vaca.
Y al final, sigo
sin decidirme, porque hay una tercera tentación. La familia de un militar asesinado por ETA hace 30 años, José Lorenzo
Ayestarán, ha demandado al Estado porque el etarra que le asesinó ha estado
plácidamente viviendo, a la sopa boba, en Francia
y Venezuela hasta que el asesinato
ha prescrito y nunca pagó, ni en dinero ni en cárcel, por el crimen cometido.
Así que, permítanme que reúna fuerzas y, a pesar de este calor horroroso, le
grite a los cuatro vientos: Ole las croquetas
de esta familia!! Mi vergüenza no era verde y no se la ha comido ninguna vaca.
Haasta pronto!!
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