Semana interruptus
Esta
ha sido la semana interruptus. Puigdemont
sigue disimulando como si no hubiera declarado la independencia. Por supuesto, no contestó lo que se le preguntaba. En un ejercicio imaginativo hizo como si
fuera el jefe de la república de su casa y le dijo a Rajoy que a reunirse. El gallego todavía se está riendo. Y así ha
seguido toda la semana. En resumidas, se ha emancipado de papa pero trae la
ropa a lavar y a la que la trae se lleva un tupper con cocido o lo que pille
por el frigo. A ver si aprenden los ninis.
La
pena es que no le veamos -todavía- entrar en la cárcel. Sí que hemos visto
entrar a declarar a los Jordis, de la ANC y de Omnium Cultural, con
cara de idiotas. Todos llevan esa sonrisita ladeada, como
la de Artur Mas, que hace que uno se pregunte si no será un tic, porque, con el
prometedor futuro que les espera, no se como les sale la sonrisa Profidén.
La
cosa es que un grupo de unos cientos de compañeros de correría
ha salido anoche a protestar por la cárcel de los dos sonrientes y les dio por
encender velas. Encima de noche. Aquello mas parecía un entierro que una
manifestación. Alguno tuvo percance inesperado, en forma de chorizo maloliente,
cuando creyó ver a los 4 Jinetes 4 de la
Apocalipsis. De tal calibre han sido las velas que la Diagonal ha estado cortada toda la mañana para quitar la cera del
suelo. Para la próxima sugiero que pongan a los Jordis
a limpiar la Diagonal y así tienen
algo en lo que entretenerse.
Haaasta
pronto!!!
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