Frase del día: “Amigos son aquellos extraños seres que
nos preguntan como estamos y se esperan a oir la contestación”. Ed Cunningham (-).
Hay tantos que responden a ese nombre que no se cual de ellos lo
dijo.
No se yo como
va a salir esto hoy porque un amigo muy cercano está bastante malito y el humor
no viene con la facilidad de otros días. Mientras el se mejora, y, cuando nos pueda
leer, compruebe que nos hemos acordado de el, quiero hablar de un tema que no
da para risas ni casi, casi, para sonrisas.
Hay un tal Zougham que está en la cárcel, de hecho
es el único condenado por los atentados del 11M. Algunos de nosotros hemos sido y somos escépticos sobre la
explicación judicial que se ha dado a esos atentados y no encontramos razón
consistente alguna a que, tras una salvajada de ese calibre, solamente haya una persona en la cárcel. Este tipo fue
condenado en base al testimonio de dos señoras rumanas que le situaron en dos trenes distintos a la vez ese mismo día.
A mi, este testimonio, siempre me hizo gracia. Aquellos de ustedes que viajen
en metro, en tren o en autobús, seguro que ya entonces se dieron cuenta de la perspicacia de las señoras, porque nadie nos fijamos en la cara del que va al
lado. Imposible reconocer a quien ayer compartió asiento conmigo en el
autobús.
Pasados 9 años 9 de la salvajada, la Audiencia Provincial de Madrid, pide a una Juez que investigue si las tarjetas, desgraciadamente, famosas, con que se
hicieron estallar los móviles, se vendieron en la tienda de Zougham, ese tipo con el don de la
ubicuidad, reconocido en dos trenes distintos a la misma hora por las perspicaces rumanas. Lo mejor, lo mejor de todo, es que se han dado cuenta de que podría
haber una incongruencia o varias, ahora,
9 años 9, más tarde.
Nunca es
tarde si la dicha es buena, pero tampoco conviene llevar esta máxima como
bandera…
No es que esté
de mal humor, es que, después de los años y de las irregularidades de ese
procedimiento –sabían ustedes que la mayoría de las pruebas fueron quemadas tan
deprisa, que ni siquiera se había enterrado a las víctimas?- me cuesta aceptar
que, fuera quien fuera, siga respirado el aire de este mundo o siga paseando
por algún lugar, nacional o extranjero. Porque, señores, como diría un castizo,
un matao con tres móviles, el sólo, no pudo planificar y perpetrar esa salvajada
con ese desgraciado éxito.