Frase del día: “La verdad no es siempre bonita pero el
hambre de ella sí” Nadine Gordimer (1923-sigue aquí). Escritora
sudafricana. Premio Nobel de Literatura en 1991.
Hoy he vivido
una experiencia religiosa: Esta
mañana me he levantado, me he puesto hecha un pimpollo y me he dirigido a los Juzgados de Capitán Haya en Madrid junto con mis padres. Nada grave. Otorgar un poder. En esos Juzgados se
llevan todos los temas civiles según me ha informado mi abogado que, el muy
cobarde, no ha tenido croquetas para acompañarnos.
Llegados allí
y pasado el arco de seguridad que evito contarles porque ya se lo saben, todo
pita, hemos comenzado a, lo que yo llamaría, visitar ventanillas buscando un papel para rellenar, una instancia, vamos. Todas ellas con un
denominador: el montón de papeles por todos los sitios y la amabilidad de las
chicas, que ganan a los chicos por aplastante mayoría. El
recorrido al paso por los pasillos
de este pedazo edificio ha sido más deporte del que hubiera realizado, incluso,
si nos hubieran dado las Olimpíadas. Hemos recorrido, al trote, unas tres plantas para descubrir que el papelito en
cuestión nos lo daban en información, planta baja, según se entra, de
frente. Olé. Rodeados de posters de “Justicia
para todos” he pensado: menos para mí, oiga, porque no es justo, ni siquiera humano, que me hagan recorrer todo esto para descubrir lo que hubiera sabido a la
primera con un mísero cartelito.
Localizado y
relleno el papelito dichoso, tengo que ir a hacer una fotocopia, pero no vayan
a pensar que hay una fotocopiadora para
el público , de esas de moneditas. No. Se va usted al kiosco de la esquina donde por el módico precio de 0,15 por copia y 7 minutos de espera, le hacen la
fotocopia. Me dirijo al Kiosco al galope,
porque, con tanto paseo, se nos echa la hora encima y me quedo sin presentar el
papelito. Lo mejor de todo la cola, o fila, que nunca se como llamarlo, del
kiosco. Por cierto, 7 minutos de espera, creo que ya lo dije, y 3 personas
hablando por el móvil en ese punto de volumen que te dan ganas de dar tu opinión
sobre lo que están hablando. Hecha la fotocopia, vuelvo a la velocidad del rayo y lo dejo
presentado. Ahora sé por que el cobarde de mi abogado no me ha acompañado. El ya sabía lo que me esperaba!!
Me leo la
prensa y vuelvo.
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