La chispa de la vida
Ya saben ustedes la guerra en
forma de manifestaciones y otras juergas que se están dando los sindicatos a
consecuencia de un ERE que afecta a
varias plantas embotelladoras de Coca
Cola. Madrid está inundado de
panfletos informando de lo mala que es Coca
Cola que gana mucho y despide empleados. Algún socialista que habla por no
callar, como Tomás Gómez, hasta ha
salido a la palestra a decir lindezas como: “Defender
la fábrica de Coca Cola es defender la unidad de España”. Quizá había tomado un cubata sin Coca Cola. Otro socialista, Rafael
Simancas, ha salido a decir que “ninguno
de sus compañeros de grupo consumirá el tradicional refresco hasta que no se
garantice el mantenimiento de los 1.250 puestos de trabajo amenazados.”. Sus
compañeros de grupo se han apresurado a aclarar que será Simancas quien deje la Coca
Cola, porque ellos no imaginan un cubata sin ella.
Los sindicalistas saben lo que
hay, que son dos empresas diferentes y que están perjudicando a una marca que,
si baja las ventas, acabará por hacer otro ERE
adicional a los de las embotelladoras, pero, hombrepordios, que alguien avise a los sesudos y solidarios
socialistas que:
1. Coca Cola es una empresa y las embotelladoras otra.
2. El ERE lo han solicitado las embotelladoras
3. La unidad de España no
depende de que una empresa haga uno o varios EREs, que le pregunten a UGT
Andalucía, sino de que un partido como el Partido Socialista de Cataluña, hermano del PSOE de Madrid, aunque
ellos dicen ser primos lejanos cuando la cosa se pone fea, defienda la Unidad
de España con el mismo ahínco que defiende
a esos trabajadores sean de Coca
Cola o no.
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