La mala educación de un juez
He entretenido mi tarde leyendo ciertos
pasajes de la declaración de Cristina
que, como ya ha sido entregada a los abogados, ha aparecido en titulares del Mundo, como cuando Pedro Joota, el abandonado, estaba por allí. Hacemos
una porra a ver quien la entregó a la prensa?
Todos sabemos la importancia de la educación,
de la buena educación quiero decir. Eso incluye a Don Castro, que por mucho que presuma de republicano, debe respeto a todo el
mundo: a Cristina, al kiosquero o a su asistenta. A un Juez, incluso si es chusquero, se le
supone cierta buena educación.
Cristina, siendo imputada, está en su derecho de
contestar, de no contestar o de mentir o de cantar su verdad al lucero del
alba. Pero este Señoría se permite rematar irónicamente determinadas
manifestaciones de Cristina. Una de
ellas, pero no la única: Castro pregunta
: Sabe usted si su marido recibió curso
de salsa y merengue? Cristina dice
que lo desconoce, pero que, “si las hubiera recibido, yo lo sabría”.
La guinda la pone Castro que no se
resiste a rematar esa contestación, añadiendo, y esto se lo juro por Snoopy: “Por la manera de moverse”.
No se ha registrado si soltar tamaña
estupidez le produjo un orgasmo o algo de parecido gustito. Solo le falta empezar a comparar tamaños. Hay una canción
que oí el otro día, por casualidad, de hace muchísimos años, que dice: Tonnnto,
pero mira que eres tonnnto. Pues eso.
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