Cayo Lara? Con Rubalcaba y Goyo: desaparecido
De verdad que ya me callo, que
parece que el te tenía algún estimulante y nada más lejos de la realidad. Termino
con Cayo Lara. Representante de Izquierda Unida, azote de Infantas
retozonas con maridos altos y rubios y jaleador de comunistas declarados que
tienen la poca vergüenza de llamar ultras
a las víctimas del terrorismo, como
su delfín Alberto Garzón.
Iba a decir que lo adecuado sería enviarle a este impresentable a unos ultras de verdad, para que le
explicaran la diferencia entre un ultra
y una víctima del terrorismo, eso sí, que vayan cuando esté en pleno uso de sus
facultades mentales para que ya no se le olvide nunca más. Pero no, voy a hacer otra cosa, voy a preguntarme por que ETA nunca ha atentado contra militantes comunistas mientras que sí lo ha hecho contra representantes de todos los demás partidos políticos nacionales.
Ahora si, me callo. Buenas
noches!
Son uña y carne. Dos caras de la misma moneda. Dos rostros del crimen: su promoción y su encubrimiento. ETA y Bildu, o a la inversa. La formidable operación antiterrorista desatada por la Guardia Civil prueba que los que embisten matando y amenazando por doquier a personas libres siguen necesitando cabestros, una escolta, lacayos, correveidiles, seres indignos por su apego al terror que hacen un trabajo sucio y vomitivo.
ResponderEliminarY ahí los tenemos. En las instituciones. En ayuntamientos. En diputaciones provinciales. En el Congreso de los Diputados. En el Senado, como el esbirro Goioaga, que en ninguna democracia musculosa y sin complejos representaría a ciudadano alguno. (¡Qué vergüenza!).
No es que la reacción de estos testaferros del crimen ante el último golpe a la banda sea la prueba del algodón que deba animar definitivamente un proceso de ilegalización. Es que los indicios que pesan contra Bildu, Sortu y Amaiur por su connivencia y su colaboración y su complicidad con las sabandijas que siguen mandadas por Josu Ternera son demoledores, abrumadores, clamorosos. Ya llegamos tarde, muy tarde.
Dejemos a un lado la cantinela de que ETA forma parte ya superada de la historia de España. No insultemos a las víctimas. No faltemos a la verdad. Hay tarea por hacer. Desde luego de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Pero de todo punto fulminante por parte de la Fiscalía General, la Abogacía del Estado y los tribunales para que los voceros de una peña de asesinos a la fuga no tengan voz ni voto. ¡¿A qué esperamos?!