Más de media hora de
entrevista tratando todos los temas de la actualidad más rabiosa, que mira que
hay un cerro problemas, y todo lo que encuentro en la prensa digital sobre la
entrevista a Rajoy son dos cosas:
1. Los que ponen verde a la entrevistadora porque
lo podía haber hecho mejor (no lo se... será envidia?
2. Los que resumen la entrevista en que Rajoy piensa que la Infanta es inocente.
O sea, en quince segundos de todo lo que duró.
Yo también lo pienso, pero
creo que todo lo demás tenía mucha mas
trascendencia para nosotros.
Todos y todas sabemos que
cuando tu marido te regala un viaje al Caribe,
no le pides el cuadro de origen y
aplicación de los fondos. Y la que lo niegue miente. Una sola de ustedes,
por favor, que me diga que le pide al marido la justificación de los fondos
cuando el día de tu cumple te sorprende con una pulserita, pequeña pero molona.
Esta tontería de culpabilizar a la esposa porque “disfruta”
de los bienes chorizados por el marido, viene de cuando al Gobierno de
turno le convenía distraer al personal
de las fechorías que, el mismo Gobierno, cometía en nuestra economía, por acción
o por omisión. Gordo, gordísimo: el país
se hundía. Pero mientras, para que el país no se fijase en las fechorías,
se distraía al personal metiendo a la Pantoja
en el calabozo a bombo y platillo, para darle al pueblo algo de que hablar y que no piense. Con una teoría
un poco rara, se le condenaba por beneficiarse de lo que hizo su marido, o casi
marido, Cachuli. De aquellos
vientos, estas tempestades. Ni la
Pantoja ni Cristina son culpables de lo que hagan sus maridos, ni usted, ni yo. Igual que asesino es el que mata a otro y no
la que se casó con el.
Saben ustedes que estoy con Cristina, pero, dejaremos alguna vez de
hablar de la Infanta para hablar de lo que son los problemas de verdad en nuestras
vidas??
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