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sábado, 7 de junio de 2014

La deconstrucción del amor romántico

No vayan a creer que he tomado dos copitas de anis para contarles lo que les cuento hoy. Estoy total y absolutamente serena. Es más, acabo de levantarme y lo único que me he metido para el cuerpo es una taza de café solo, que aún no he terminado.

Elena Mañez, Directora de Igualdad del Gobierno Canario, para más datos socialista y feminista dice: ”Es necesario deconstruir el modelo de amor romántico por el que las chicas creen que lo deben aguantar todo y los chicos consideran que deben ser dominantes y protectores, para posibilitar relaciones afectivo sexuales mas igualitarias y prevenir la violencia machista entre adolescentes y jóvenes”. Y se ha quedado tan pancha, ni se le ha movido un pelo de la cabeza o de cualquier otro sitio donde esta mujer tenga pelo. Sólo le ha faltado añadir "... y jóvenas". Cuando leo eso, me pregunto: pero esta pobre con quien se ha casado? O no se habrá casado y por eso suelta esas prendas por la boquita? Tendrá hijos a los que educar? Pobres hijos que pena!

Deduzco que a las pobres canarias, por real decreto y a la voz de ya, se les acabó soñar con su píincipe azul. Richard Gere no volverá a ser nuestro ídolo masculino ni nosotras su Pretty Woman, porque, a partir de hoy, Pretty Woman es una película sexista que incita a la violencia. A ver si no, quien es ese señor que saca a una prostituta educada y monísima de la calle porque se enamora de ella. Que asco de amor romántico que incita a la violencia sexista!

Si te enamoras de un hombre que ejerce de tal, pero nunca ha levantado la mano a una mujer porque está educado en el respeto por los demás, pues le deconstruyes y se te pasa el apretón. Y tanto! La única vez que he asistido a una deconstrucción, era de un cocido, en un conocido restaurante de Madrid, y la cosa quedó en un plato blanco hondo muy grande con un espacio muy pequeño para la chicha, en el que venían 3 garbanzos grandes cocidos, 3, ni quito ni pongo, y un trocito de carne con un trocito de pollo que parecían las sobras de otro cocido. La sopita que tanto me gusta reposaba, en un vasito pequeño, a la derecha del plato.

……..Ahora que, por fin, Valenciano, se ha callado, sale esta otra infectada de incontinencia verbal.

Buenos días!

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