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sábado, 25 de mayo de 2013

Y un pa mondarse, hoy estamos de oferta

Todas las asociaciones anti tabaco que en el mundo existen han opinado hoy, al ver una foto de Alfonso Alonso, portavoz del PP, encendiendo un cigarrito en un bar: es intolerable. Hasta hay alguna que dice que es una agresión a los trabajadores.

No, miren ustedes, una agresión es que un obrero de la construcción vaya a la obra hasta las trancas de alcohol y su jefe, responsable legal de lo que el obrero haga en la obra, no pueda, no vamos a decir echarle a la calle, que es lo que se merece, sino enviarle al servicio médico a que le hagan un análisis. El resultado del análisis, en palabras del sindicato, “pertenece a la esfera privada del obrero” así que, quien es el responsable de la obra para meterse en la intimidad de nadie?. Eso sí es una agresión: como mínimo al jefe, pero también a sus compañeros. Por si les parece fruto de mi imaginación, aclaro que eso es lo que dice la ley en España. Pero encender un pitillo en un bar no es más que una trastada. Y por si hay dudas NO soy fumadora.

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