Y un pa mondarse, hoy estamos de oferta
Todas las asociaciones anti
tabaco que en el mundo existen han opinado hoy, al ver una foto de Alfonso
Alonso, portavoz del PP, encendiendo un cigarrito en un bar: es intolerable. Hasta hay alguna que dice
que es una agresión a los trabajadores.
No, miren ustedes, una agresión
es que un obrero de la construcción vaya a la obra hasta las trancas de alcohol
y su jefe, responsable legal de lo que el obrero haga en la
obra, no pueda, no vamos a decir echarle a la calle, que es lo que se merece,
sino enviarle al servicio médico a que le hagan un análisis. El resultado
del análisis, en palabras del sindicato, “pertenece a la esfera privada del
obrero” así que, quien es el responsable de la obra para meterse en la intimidad de nadie?. Eso sí es una agresión: como mínimo al jefe, pero también a sus compañeros. Por si les parece fruto de
mi imaginación, aclaro que eso es lo que dice la ley en España. Pero encender un
pitillo en un bar no es más que una trastada. Y por si hay dudas NO soy fumadora.
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