El tutú de Desmond

Desde que Obama recibió el Premio Nobel que, incluso él mismo, preguntó por que se lo daban, se va viendo la cara a estos premios que, si el pobre Sr. Nobel levantara la cabeza para ver a quien se entregan, se volvía a morir del susto.

Uno de los agraciados con el Nobel, de la Paz, como Obama, es un señor Arzobispo Emérito de Ciudad del Cabo, anglicano, llamado Desmond Tutu. En su día ayudó a terminar con el Apartheid en Sudáfrica y dijo que era la “nación del Arco Iris”. En un alarde de ignorancia, quiero creer, este tipo pide la liberación de Otegi y califica de “presos políticos” a los “más de 500” terroristas etarras que están en la cárcel.

Sr. Desmond, le vamos a dar una idea. Se pone usted el Tutu rosa con una capita por encima, que aquí hace mas frío que en Ciudad del Cabo, se viene pa España y va cementerio por cementerio contando y comprobando, los casi 1.000 muertos que esos pobres presos políticos como usted los llama, han asesinado. Después se quita usted la capita y se marcha pa Cuba, donde hace calor y donde, por desgracia, no podrá contar tumbas, porque allí, a los opositores al régimen no les ponen una cruz con el nombre. Cuando vuelva de Cuba, se pasa usted por algún otro sitio calentito que le quede cerca de casa, por ejemplo Nigeria, y cuenta usted los asesinatos que llevan otros grupos de “presos políticos”, como a usted le gusta llamarlos, sobre todo entre los católicos.  Para entonces, quizá esté usted en condiciones de distinguir “preso político” de “terrorista sanguinario”.

Y después, solo después, devuelve usted el premio que le dieron, porque usted confunde paz con rendición. Ese es el problema de dar el Nobel de la Paz a una frase feliz.