Tomás Gómez, Secretario
General de los socialistas madrileños, ha renunciado a su escaño en el Senado según dice, para “protestar y
como acto de rebeldía contra el PP”.
El mismo, imagínense si sabe lo que pensamos todos, ha aclarado que “Una lectura en otro ámbito sería equivocada”.
A mi el Latín no se me da bien, pero ya saben ustedes aquella máxima de “Excusatio non petita, acusatio manifiesta”.
Vamos
que no se entiende que dimita ahora, con lo cómodo que debe ser esperar todos
los meses a que te ingresen la nómina por no hacer nada, que ha sido y es la
principal ocupación de un senador en este país.
Ya les conté que su cara de incredulidad
el otro día, al finalizar la conferencia del PSOE, era épica. Y por ahí ha debido de ir la gota que ha colmado
el vaso: El PSOE ha vuelto. Fiuuuuu…!!!
Sus peores pesadillas se han hecho realidad, el PSOE ha vuelto y Rubalcaba
no se ha ido.
Así que por si acaso a Don Erre le llega, de verdad, la hora
de retirarse, ha insistido, sin que nadie se lo pida, en que dimite en contra
del PP, del PP y del PP. El Senado
ha temblado.
Todo este rollo que les he soltado viene a
cuento, porque, lo que es cierto, tanto si lo dice Tomás Gómez como si no, es la vergonzosa, a mi modesto entender,
partida de póker, con la que tanto PP
como PSOE se han repartido la
composición del Consejo General del
Poder Judicial. Debe ser otro claro
ejemplo de la independencia del Joder
Judicial, como decía el BOE.
Haaasta pronto!
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