Wert o la perplejidad hecha Ministro

Wert nos tiene en un sinvivir. Cada cierto tiempo hace manifestaciones que luego dice que son un error y pide perdón por ellas. Con independencia de que ya saben de mi alergia a decir tonterías y pedir perdón, cuando opina, podemos estar de acuerdo o no, pero cuando informa y luego se desdice, me da por pensar que, una de tres: o le boicotea el que le da la información a el, o le boicotean los periódicos y lo cuentan al revés para tener algo de lo que reirse a la mañana siguiente o, de verdad, no se entera de la misa la media. Comienzan a correr chistes entre la población como corrían sobre Morán, Ministro de Exteriores con el PSOE, primera época. Era igual que Wert, así que nuestra tradicional acidez le puso una aureola de “estedarisa” que le perseguirá siempre. Eso no quita para que la lumbrera de la Unión Europea que ha tachado de “basura” la información de Wert sobre las becas Erasmus, no sea un maleducado que debería dejar su puesto a gente más preparada, para volver a aprender, como los más tiernos infantes, lo que significan la palabras “respeto” y “educación”.