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viernes, 22 de noviembre de 2013

Los palos en la Universidad

Yo estudié en la Complutense. Por entonces, de vez en cuando, aparecían por allí los de extrema derecha, Cristo Rey mayormente, nos llamaban rojos de mierda a todos los que pillaban por allí y nos daban pal pelo. Siguiendo aquella máxima que nuestros  padres nos habían inculcado de pequeños,  levantando, amenazante, el dedo índice de la mano derecha: “Nunca pegues la primera pero a mi no me vengas llorando porque te han pegado. Si te pegan la devuelves”. Nosotros la devolvíamos y ya estaba liada.

El Rector, un irresponsable que no se casaba con nadie, llamaba a la policía, que en aquellos momentos vestía de gris, con eso lo digo todo. Los que tengan mi edad se acordarán de que aquellos sí que daban miedo y palos. Entraban en el Paraninfo a caballo si era necesario y nos daban pal pelo a todos, rojos y azules, menos al Rector que siempre tenía ideas muy de izquierdas pero, en estas cosas, no admitía ni una broma, o sea, rojo pero ordenado.

Así que ahora leo lo de la Complu y me mondo. En esencia es lo mismo pero al revés, ahora los que van pegando son los rojos, a los que ellos piensan que son azules y el Rector, ay! el Rector...Carrillo, Rector, rojete declarado, jalea incluso a los bedeles para que, cuando lleguen los tardo-adolescentes cabreados que se declaran rojos, miren para otro lado. En lugar de mantenerse al margen y defender sus ideas desde el estrado, participa activamente en calentar los ánimos de esos mismos tardo-adolescentes cabreados así que se convierte en otro más de ellos. Debería preguntarles a ver si saben qué es eso de ser rojo y darles una clase de Historia, pero me da a mi en la nariz que de Historia, el Rector Carrillo, no está muy puesto. Es más, ni siquiera debió escuchar las batallitas que su padre, Santiago, como todos los padres, contaba en la sobremesa de los Domingos

Feliz día!!

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