Los teléfonos de Arturo
Resulta que,
un poco antes del verano, Arturo I de
Cataluña repartió teléfonos de última generación a mogollón. Todo el mundo
que recibió uno celebró la generosidad de Arturo
a pesar de la infundada fama que precede a los Catalanes de pertenecer, todos y en masa, a la Cofradía del Puño Cerrado.
Arturo estaba haciendo lo mismo que hicieron los Rusos en una de esas cumbres del G-20: un regalo envenenado. Y como tengo
a Arturo por persona poco imaginativa,
creo que de allí sacó la idea. A los Rusos
también les detectaron la maniobra en unas horas. Esos móviles retransmiten
todo lo que pasa en el sitio donde están, al recibir una llamada desde un número
concreto. Uno de los agraciados, antes de devolver el regalo a su generoso
donante, dijo: “No quiero que me escuche
nadie cuando estoy con mi mujer en la cama”. Ni con tu mujer ni con lo que no es tu mujer, que en estos tiempos que vivimos….
El SuperAgente 086 ataca de nuevo. Quien
pagó los móviles? Suponiendo que fueran un regalo de la compañía de telefonía
de cuyo nombre no quiero acordarme… a
cambio de qué?
Haaasta
pronto!
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